Este grupo es un apoyo semanal donde poder parar, conectar con una misma y atender las necesidades que cada una trae: miedos, bloqueos, crisis, dificultades en las relaciones, duelos, ansiedad, desgana… [Leer más…]
Charla presentación taller Autoconocimiento y Empoderamiento
Encuentro para conocernos, presentar el taller de Autoconocimiento y Empoderamiento que comienza del día 4 de octubre y responder a todas las dudas que tengáis. [Leer más…]
Hablemos del duelo
A pesar de que el duelo es una experiencia universal, nos afecta a todos y todas durante el devenir de la vida, hoy en día es difícil hablar sobre ello. Este es un encuentro para poner palabras al proceso de duelo, porque tener información ayuda, [Leer más…]
Tiempo para envejecer bonito
Hemos llegado a los 60. Tenemos la jubilación encima, los nietos llegan y nos exigen. Nos hemos quedado cara a cara con nuestro marido o lo hemos perdido… ¡Cuántos cambios! ¿Cómo lo hago?
Las experiencias personales, las vivencias, los aprendizajes de la vida y la personalidad hacen que cada uno se enfrente de un modo diferente al proceso de envejecimiento. “Pero podemos posicionarnos como víctimas, esperando que la vida pase y envejecer para acercarnos a la muerte o hacerlo como seres conscientes y activos de nuestra vida, de tomar decisiones conectando con nuestros deseos y necesidades, de vivir el momento como si fuera el último”, afirma Inma Merino, especialista en Violencia de Género y formadora del curso para mujeres de más de 60 años organizado por el Servicio de Igualdad del Ayuntamiento de Vitoria, Tiempo para envejecer bonito. Merino explica que vivimos en una sociedad consumista donde sólo se valora lo que se produce, por lo tanto, “la vejez no es valorada ni reconocida”. La asesora añade que se olvida que llegar a la vejez es ley de vida, “y que no es ni una enfermedad ni un estorbo”.
¿Cuáles son las dificultades más importantes que las mujeres tienen que afrontar en esta etapa de la vida?
En esta etapa las mujeres se enfrentan a muchos problemas comunes. Algunos, se relacionan con el rol de cuidadora: los hijos e hijas se han hecho mayores y se han independizado, los padres empiezan a ser mayores y a veces dependientes. Los maridos, ausentes durante el largo periodo laboral, están en casa, sin saber en qué ocupar su tiempo. Los nietos y nietas que parece que reemplazan ese “nido vacío” se convierten en una obligación más que un placer. Algunas mujeres a partir de esta edad se instalan en la enfermedad como modo de vida que les atrapa a nivel corporal, emocional..Además, las mujeres a cierta edad están en una nueva etapa biológica: la menopausia, con sus inconvenientes y ventajas. Socialmente, la menopausia se considera una enfermedad que implica medicalizar a las mujeres cuando la menopausia es un proceso natural, es el fin de una etapa, la reproductiva, no es el fin de ser mujer. El rol masculino tradicional se basa en ser el proveedor de la familia. Así que cuando acaba esa función, la vida no tiene sentido. ¿Cómo acercarme a la familia cuando he sido un verdadero desconocido? Algunos hombres consiguen vivir la paternidad con sus nietos, pero siempre teniendo al lado a una mujer que les cuida.
¿Las mujeres viven mejor este momento que los hombres?
Se ha comprobado que las mujeres tienen una vida más larga pero con peor calidad, con más enfermedades crónicas y dolorosas que los hombres. Esto tiene mucho que ver con los roles de género que la sociedad marca a hombres y mujeres y con el rol de cuidadora de las mujeres que antepone el cuidado ajeno antes que el propio. ¿Cuánto nos cuidamos? ¿Quién cuida a las mujeres? Y ¿nos dejamos cuidar? o hasta que el cuerpo aguante…
¿Cómo nos podemos preparar para llegar a esta etapa con un enfoque más positivo? ¿Podemos envejecer de otra manera?
Cuidándonos, valorándonos, creyéndonos valiosas y que nuestro tiempo, nuestros deseos, nuestros sentimientos y emociones tienen tanto o más valor que el de los demás. Porque si yo no me quiero, no puedo querer a las demás personas. Mi mayor tesoro soy yo misma y la felicidad no está en tener mucho, sino en estar contenta con lo que tengo y con lo que soy, y disfrutar el día a día que es lo único que existe. Para poder quererme tengo que conocerme y saber lo que quiero, cómo soy, cómo es mi cuerpo, mi sexualidad, mis ilusiones, mis sentimientos, expectativas y los duelos (de la juventud perdida, de los kilos acumulados, de la edad reproductiva pasada, de las personas queridas, de las ilusiones no realizadas). Porque a esta edad se pueden tener ilusiones, expectativas y disfrutar de la vida.
¿Cómo tratan a las mujeres de esta edad los medios de comunicación?
Los medios de comunicación tratan muy mal a las mujeres en general, pero a esta edad en particular. Si no eres joven, no vales nada. Si no eres guapa, no vales nada. Las mujeres a esta edad han dejado de ser objeto de deseo de los hombres y por lo tanto no son atractivas. La publicidad en este periodo de tiempo va unida a mantenerse joven el mayor tiempo posible, no reconociendo la vejez como algo hermoso.
¿Cuáles son los recursos que tienen las mujeres para disfrutar mejor de esta etapa?
Los recursos están dentro de ellas, cada una deberá descubrir los suyos y ver cuáles les valen para hacerse agentes activos de sus propias vidas. Esa fuerza que les ha hecho vivir hasta esta edad y sobrevivir a muchas experiencias dolorosas, sacar a la familia adelante, cometer pequeñas o grandes “rebeldías” para su época, creciendo a nivel individual y colectivo, y consiguiendo que nuevas generaciones tengan unos derechos nacidos de la lucha de otras mujeres como sus madres, abuelas, bisabuelas. También hay que tener en cuenta que existen recursos externos como, por ejemplo, la Escuela de Empoderamiento que se ofrece desde el ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, donde las mujeres pueden desarrollar una serie de capacidades, aptitudes y conocimientos que les permitan desenvolverse con más facilidad dentro de su entorno.
¿Cómo se viven las relaciones de pareja en esta etapa de la vida?
A veces, llegado este momento vital, nos preguntamos: ¿quién es ese señor que vive conmigo, con el que paso muchas horas de mi vida? ¿queda algo de amor?¿se parece en algo a aquel galán que conocí hace tanto tiempo y del que me enamoré? Podemos analizar si somos dos desconocidos que nos hacemos compañía en el mismo sofá, o no nos aguantamos pero no nos “queda más remedio” que seguir juntos….
Maternidad inacabable. ¿Es positivo que así sea? ¿Cómo pongo límite a mis hijos?
No es fácil poner límites a los hijos y las hijas porque se pone en marcha la culpa que nos atrapa a las mujeres, ya que nos dicen que el amor maternal es infinito y es ilimitado y si decimos que no, nos sentimos mal. Aquí topamos con otra característica fundamental de la identidad femenina: la maternidad. Cuando somos madres desaparecemos como mujeres. Podemos recuperar nuestra identidad como mujeres sin dejar de querer a los y las hijas y aprendiendo a poner límites. Las mujeres deben valorarse, quererse y cuidarse para poder ser valoradas, queridas y cuidadas. Las abuelas canguro no se jubilan nunca y no pueden disfrutar de su vejez porque se les reprocha ser egoístas. ¿Cuándo les toca a ellas vivir la vida?
¿De qué manera se puede ayudar a afrontar el duelo? ¿Las mujeres con una vida activa, que han sabido cultivar las relaciones sociales, que acuden a cursos y actividades consiguen llevar mejor las pérdidas?
Una buena manera de ayudar a afrontar el duelo es dar espacios y tiempos para la expresión del mismo. Socialmente están estipulados unos tiempos en los que debemos afrontar nuestras pérdidas, después de este tiempo (1 año como mucho) ocurre aquello de.”ya deberías estar bien”, “ya es hora de mejorar”.. El apoyo social o familiar se restringe y/o desaparece y la persona que está en duelo afronta el camino sola en muchas ocasiones. Las mujeres con una vida activa y con relaciones sociales de sostén tienen un marco favorable para afrontar el duelo, pero eso no garantiza el afrontamiento sano de una pérdida. Es necesario el paso del tiempo para ir afrontando el duelo, pero es fundamental lo que cada una haga en ese tiempo y si hay recursos y redes de sostén es más probable que las mujeres puedan usarlos.